| Frente a la insólita y destemplada campaña de desprestigio contra el  diario La Nación impulsada y alentada por personeros de la Alianza por  Chile, entre ellos el Presidente de la Unión Demócrata Independiente,  Hernán Larraín, el Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de  Chile se hace un deber en señalar lo siguiente:
 
                                             La  Nación, como todo medio de comunicación masiva, tiene el derecho a  tener su línea editorial lo que no es en modo alguno incompatible con  el ejercicio, por parte de sus periodistas y editores, de un trabajo  veraz, oportuno y objetivo.Si  la Alianza por Chile considera que La Nación ha incurrido  reiteradamente, según ha señalado, en activismo político, debiera haber  hecho las denuncias del caso en las instancias pertinentes del Colegio  de Periodistas y no lanzar al voleo afirmaciones en las que, incluso,  acusó –como lo hizo Hernán Larraín el martes 3 de julio por Radio  Cooperativa- a este Colegio de no cumplir su rol fiscalizador.Lo  que pareciera molestar a la Alianza por Chile es la práctica del  pluralismo informativo –propio de una sociedad realmente democrática-  el que existe en Chile en escasa medida y uno de sus pocos  representantes es el Diario La Nación. Al escuchar a Larraín se podría  suponer que la Alianza por Chile se sentiría cómoda con la lógica  vigente durante la dictadura militar, donde la verdad informativa era  una sola: la de los medios ligados a este sector político.El  diario La Nación instituyó en enero de 2005 un Consejo Editorial  pluripartidista, entre cuyos integrantes se contaron a dos personeros  de la UDI y RN –Germán Concha y Félix Viveros, respectivamente- quienes  se retiraron voluntariamente de esta instancia en diciembre del mismo  año. Ello da cuenta de la preocupación de La Nación por ejercer el  pluralismo en su accionar. El  Colegio de Periodistas no tolerará nuevos agresiones gratuitas a medios  de comunicación democráticos, donde sus profesionales actúan con el  profesionalismo y la ética que corresponde a una actividad crucial para  la democracia: que la ciudadanía tenga el pleno derecho a estar  informada.     |