En el memorial que se encuentra instalado en el tercer piso del Círculo de Periodistas de Santiago y donde se puede leer el nombre del colega argentino Leonardo Henrichsen, la colega y Presidenta del Círculo, María Verónica Martínez, recordó el trabajo y la trayectoria del camarógrafo asesinado, en el minuto mismo que filmó su propia muerte. Imágenes que más de una veintena de colegas presenciaron en la biblioteca del Círculo para, iniciar luego una romería por calles Amunátegui, Agustinas y Morandé, donde finalmente se depositó una ofrenda floral en recuerdo de Henrichsen.
Por último, el Presidente Nacional del Colegio de Periodistas, Luis Conejeros; la Presidenta del Círculo de Periodistas de Santiago, Verónica Martínez; y el Presidente del Consejo Metropolitano, Patricio Martínez Torres, entregaron la carta en la oficina de partes del Banco Central, solicitando la placa recordatoria al Presidente de esa entidad, Vittorio Corbo.
Testimonio
Por otra parte, con motivo de estos actos conmemorativos nos ha llegado desde México el testimonio histórico de la colega Frida Modak, el cual reproducimos a continuación:
Estimados compañeros:
Junto con sumarme a este acto en recuerdo de Leonardo Henrichsen, creo que es justo señalar también que el proceso contra quienes le dieron muerte se ha podido realizar debido a la existencia de la filmación que él mismo hizo del militar que le disparó y que pudo ser preservada por la acción decidida de quien después moriría atrozmente torturado por la dictadura.
La cámara de Henrichsen fue rescatada al momento de su muerte por alguien que se la entregó a Eduardo Paredes, Coco, ex Director de Investigaciones en ese momento y estrecho colaborador del Presidente Allende, quien alrededor de ese mediodía del 29 de junio de 1973 llegó a mi oficina, la Secretaría
de Prensa del Presidente, y mostrándome la cámara me preguntó si tenía donde guardarla mientras encontraba alguien confiable a quien entregársela, para evitar que se destruyera la grabación.
Se guardó en un armario de mi oficina, en La Moneda , en el que permaneció varios días hasta que se la llevó y la grabación hecha por Leonardo Henrichsen los sobrevivió a los dos, para convertirse en el incuestionable documento acusatorio de un crimen que sigue impune. Creo que en este acto cabe también un pensamiento para Eduardo Paredes.
Afectuosamente
Frida Modak
México, 29 de junio de 2007.
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