"Llamadas Perdidas", su primer disco como solista bajo el nombre de María Colores, un álbum que “refleja la magia de la vida, del misterio, de lo invisible y del amor” cuenta, y agrega “Van a encontrar sinceridad y me podrán conocer a través de él; hago música con la necesidad de compartir con todo el mundo y sentir que vivimos en el mismo planeta”.
El disco recibe el nombre de su primera canción y single “Llamadas Perdidas”, que con una melodía alegre y pegajosa letra, nos invita a despertar nuestros sentidos y seguir las señales del corazón: “Tienes llamadas perdidas en tu corazón / No pienses más porque es hora de saber / La verdad se quiere aparecer / Qué será lo que puedas encontrar / Escucha, que tu silencio sabe bien”, canta.
El pop amigable de María Colores también se refleja en “No Existe La Soledad” y “Celebrar”, canción con un coro lleno de felicidad y difícil de olvidar que nos canta: “Celebrar / No hay nada que no pueda convertir / Celebrar / Lo que te doy también es para mí / Celebrar / Lo que pido se hace realidad / Celebrar / Quien soy”.
Esta efectividad en sus canciones no es coincidencia, es parte de una historia llena de aventuras; la primera vez que compuso, fue junto a Toly Ramírez (bajista de Los Tetas) con quien trabajó durante un año en un proyecto musical que no tuvo frutos finales, pero que fue una experiencia importante para ella: “Ahí descubrí que podía componer melodías”.
Llamadas Perdidas, como la vida de María Colores, es un viaje a través de aventuras musicalizadas que saltan entre el pop de “Paraíso” y “Tren De Tiempo” canciones que te invitan a cantar con energía; a influencias del folk norteamericano en “El Mundo De Tu Mano”, canción que compuso para el también cantautor y amigo Chinoy, personaje que “me ha enseñado muchas cosas sin quererlo, sólo por vivir momentos con él”, cuenta María.
La historia de María Colores comienza a vestirse de colores brillantes, los mismos que hoy pintan su camino y adornan su nombre, y todos están invitados a seguirla.